Llegó el día: estamos convencidos de que nuestra vida no tiene sentido sin una impresora 3D. Vamos a buscar información sobre impresoras 3D, confiados en que el buen hacer de Google nos permitirá tener rápidamente la respuesta a la cuestión: ¿qué equipo debo comprar? La búsqueda habitual será: comparativa de impresoras 3D. Nos encontraremos con ofertas que anuncian impresoras 3D domésticas desde apenas trescientos euros hasta los casi seis mil euros: ¿¡20 veces más!? Por un lado somos conscientes de que nadie da duros a cuatro pesetas… pero por otro lado, ¿en qué tendríamos que poner cuidado a la hora de comprar una impresora 3D?
Sabemos y somos conscientes de que no se trata de un juguete. Ni siquiera es un electrodoméstico convencional. Sabemos que contaremos con nuestro propio centro de fabricación a pequeña escala. Podremos hacer marcos para nuestras fotos, asas de cazuelas y sartenes, macetas, lámparas, el engranaje del equipo de música, las medallas de pokémon, y un largo etcétera de objetos de todo tipo…
¿Pero, a qué información debo prestar atención para comprar una impresora 3D?
Impresora completa vs Kit DIY
Lo primero que tenemos que saber es si nos están ofreciendo una impresora “plug&play” o un kit para ser montado por nosotros. A esta última se la conoce como opción DIY: Do-It-Yourself (“hazlo-tú-mismo”). La oferta más amplia actualmente corresponde con este tipo de equipos. Si bien son los más económicos (entre 300 y 1000 euros), el montaje puede no ser tarea fácil. En muchas ocasiones es necesario contar con estañador, polímetro, crimpadora… Además las instrucciones pueden no estar suficientemente detalladas, por lo que muchos de estos kit o el usuario abandona y no llega a completarlo o no terminan de funcionar correctamente.
Una impresora plug&play deberá contar con marcado CE y garantía del fabricante. Solamente estos dos elementos ya implican un coste que también se traslada al precio del producto, junto con un embalaje más costoso, fabricación parcialmente artesanal, controles de calidad, etc. por lo que estos equipos difícilmente pueden bajar de los 1500 euros.
Materiales de impresión
Tanto las impresoras DIY como las plug&play deben especificar claramente qué materiales podemos imprimir con ellas. La mayoría de las impresoras permiten imprimir PLA, que es un plástico con prestaciones limitadas frente al ABS, Nylon, y toda la gama de nuevos materiales composites, filamentos flexibles, etc.
En total, hay actualmente más de 30 tipos de filamentos que el usuario podrá imprimir si cuenta con un equipo adecuado. Impresoras que presentan un precio similar, en cambio pueden tener un alcance y posibilidades completamente distintos en cuanto a los materiales que pueden imprimir. Mientras unas impresoras permiten la impresión de más de 30 tipos de polímeros, otras solo permiten uno o dos. Así, las máquinas más sencillas solamente imprimen PLA, o una gama muy limitada de materiales, que en algunos casos también están limitados a los suministrados por el fabricante, y por tanto con un precio más elevado.
Base de impresión (“Cama”)
Para imprimir piezas con calidad es necesario contar con una superficie de impresión que esté calefactada, y que pueda alcanzar hasta los 120ºC. Esto conlleva la necesidad de tener un elemento de control que nos permita su regulación, y también una fuente de alimentación y una electrónica apropiadas a su consumo y especificaciones ya que la potencia necesaria será mucho mayor. Los equipos sin base calefactada están muy limitados en cuanto a la variedad de materiales de impresión, limitándose fundamentalmente a un par de ellos, y con una calidad final no demasiado buena.
Unidad extrusora
Existen muchos extrusores en el mercado. Para poder imprimir cualquier tipo de plástico es necesario contar con la última tecnología y que también esté ampliamente testada. Algunos materiales termoplásticos pueden requerir temperaturas próximas a los 300ºC para ser correctamente imprimidos. ¿Qué características tiene el extrusor del equipo que estamos pensando en comprar? Este elemento es fundamental, y conviene asegurarnos que va a ser fiable y duradero.
Precisión
La precisión del equipo es una variable sobre la que difícilmente se puede ofrecer información 100% veraz. La precisión real en primer lugar dependerá en cuanto a máximos, de la calidad de los componentes: motores, rodamientos, correas, guías. Así por ejemplo, existe mucha diferencia entre emplear husillos de precisión frente a simples varillas roscadas.
En segundo lugar, de la calidad y material de la estructura: servirá de poco que los motores puedan posicionar con una precisión de 10-20 µm si la estructura tiene vibraciones de más de 15 micras. Por lo cual, una estructura rígida y estable es crucial para una buena calidad de impresión.
Finalmente, es clave que el equipo esté correctamente ajustado, y que se revise periódicamente dentro de las tareas de mantenimiento.
A su vez, impresora que no tenga un mantenimiento adecuado siguiendo las instrucciones del fabricante, difícilmente podrá alcanzar los máximos indicados en las especificaciones nominales.
Son valores nominales adecuados para los ejes X e Y (superficie de impresión o cama) las 10-20 µm. Para el eje Z se anuncian en muchos casos valores menores, hasta 50micras y menos. Esta característica dependerá en buena medida de la correcta nivelación de la cama. Valores entre 50 y 100 micras son los más habituales, y también suficientes para una impresión de muy alta calidad. Para una precisión máxima en este eje es necesario contar con sistema de husillos en lugar de la habitual varilla roscada. Por supuesto, la solución con husillos es más cara que la alternativa indicada.
Electrónica
El corazón de la impresora 3D es la placa electrónica. Es fundamental contar con una placa que no limite el uso y la vida del equipo. Que nuestra placa utilice relés para el control de la potencia puede evitarnos algún susto. También es clave una correcta y suficientemente dimensionada ventilación de la electrónica.
Seguridad eléctrica
Los equipos plug&play tienen que haber superado pruebas de seguridad eléctrica obligatorias en la UE para que puedan etiquetarse con el marcado CE. Sin embargo, los equipos filosofía DIY no pueden contar con esta etiqueta, puesto que son ensambladas por el usuario, quien será el responsable final del montaje. No obstante, esto no es óbice para que también estos equipos cuenten no solamente con componentes de primera calidad, sino con otros elementos que aumenten su seguridad: cableado protegido y recubierto, caja de protección y aislamiento de la electrónica, terminales y conectores para el conexionado, fusibles, finales de carrera, interruptor de alimentación, fuente de alimentación conmutada de alta potencia.
Estructura
Es un elemento importante, en especial en las opciones de kit DIY. La estructura debe ser robusta y duradera, estar bien acabada, absorber las vibraciones, y contar con un diseño integrador para contener todos los componentes y elementos de la impresora 3D. Los materiales más habituales son el acero y el aluminio, si bien el primero tiene mayor aceptación y se va imponiendo poco a poco en tanto que ofrece un resultado superior.